Médico trucho sin título y sin corazón en Ezeiza tras la muerte de Alejandro estaba sufriendo un infarto la ambulancia pero se negaron a subirlo y terminó muriendo en plena Avenida Libertador

Alejandro estaba sufriendo un infarto. Llegó la ambulancia pero se negaron a subirlo y terminó muriendo en plena avenida. Después se supo que el médico que no quiso llevarlo no era médico. Por Mauro Szeta.

Víctor Alejandro Calvo cumplió 50 años en noviembre de 2020, plena pandemia. El 1 de diciembre de ese mismo año, después de comer cerca de las 22:30 le dijo a Laura Fechino, su mujer, que estaba sintiéndose un poco mal y que iba a recostarse al cuarto.

El malestar seguía, por lo que Laura decidió llamar al servicio de emergencias brindado por su obra social, le confirmaron que enviaban una ambulancia. Cincuenta minutos después llegó un médico, sin el equipamiento adecuado para un llamado en situación de emergencia. Le hizo un electrocardiograma, después de que lo subiera el chofer de la ambulancia, porque había subido sin ese artefacto, les dijo que no se preocuparan, que tenían tiempo, que vayan a una guardia a que lo vean.

Ante esto, ellos le pidieron que los llevara él, ya que estaba con la ambulancia, a lo que él respondió que “la ambulancia tenía covid”, antes de subir al ascensor le dijo a Laura que su marido estaba teniendo un infarto agudo de miocardio y se fue.

Alejandro murió minutos después sobre el asfalto de la Avenida Libertador.

Su esposa, decidió investigar el accionar del médico, de la empresa, porque había varias irregularidades que le llamaban la atención. Gracias a su ardua e intensa investigación, junto a la fiscalía descubrieron que quien había ido a su casa a atender a Alejandro no era el Dr. Adalberto José Ochoa Díaz; que era quien había sellado la historia clínica. Ese médico sí existe y se presentó a declarar y dijo no ser la persona que aparecía en los videos, que lo único que había suyo en toda la causa era la matrícula.

Esto llevó a Laura a preguntarse quién había sido la persona que sí entró a su casa, y gracias a un llamado que le hizo este supuesto médico el 1 de diciembre de 2020, pudieron rastrearlo. Su nombre es Juan Nicolás Olivares García, es chileno, vive en Ezeiza y atendía un kiosco.

Se comprobó que ellos se conocían previamente, hay chats y conversaciones entre ellos, por lo que mantenían una relación, y Ochoa Díaz si bien dijo que no era él el de los videos, nunca dijo que sí conocía a quien estaba utilizando su matrícula en su nombre.

El falso médico está detenido, el día que lo detuvieron le dio un infarto que sí fue atendido correctamente y pudo salvarse, pero a raíz de eso, hoy goza de una prisión domiciliaria.

Por otra parte, el médico real, Ochoa Díaz está libre, trabaja como neurocirujano infantil en el Hospital Garrahan. Laura Fechino lo considera responsable del asesinato de su marido, ya que fue partícipe necesario para que Olivares pueda “ejercer” como médico.

En el allanamiento a Olivares García, se le encontraron 1200 historias clínicas con su falso sello, es decir que vio a esa cantidad de pacientes, los diagnosticó sin ser médico. Fechino está investigando más muertes ocasionadas por él, tres previas a Alejandro y once posteriores, es posible que éstas últimas con la atención médica adecuada, continuarían con vida.