El estafador de la virulana había inventado un nuevo engaño, pero cayó en su primer intento
Alejandro Comesaña dejó atrás su viejo accionar pero igual fue capturado: lo imputaron por “tentativa de hurto” luego de sustraer una campera de un local de ropa en Palermo.
Alejandro Daniel Comesaña sabía que su antigua estrategia ya había caducado. Proponerse nuevamente ingresar a un local gastronómico, esbozar una historia ficticia y exhibir como prueba un pedazo de virulana derrumbaría su afán de continuar delinquiendo en comercios porteños. Sin embargo su rostro, a pesar de estar cubierto a medias por el tapabocas, resultó conocido.
Sucedió ayer por la mañana en el barrio porteño de Palermo, cuando solicitó permiso para entrar a un local de ropa sobre Avenida Córdoba al 4800. El hombre de 63 años saludó amablemente, observó las remeras prolijamente acomodadas y pidió algunas camperas para probarse.
Después de robar una campera en Palermo. (Foto: Policía de la Ciudad) |
Tras hacerlo, dejó las prendas sobre el mostrador, agradeció amablemente la atención y salió caminando. Su suerte culminó cuando uno de los empleados constató que de la cantidad de camperas que había ingresado al probador faltaba una. Rápidamente observaron las cámaras del local y comprobaron lo obvio: Comesaña se había retirado sin abonar uno de los abrigos.
“Se fue por allá, correlo”, gritó uno de los empleados que recordó la dirección en la que Comesaña comenzó a caminar cuando salió de allí. Dio con él a 200 metros, mientras seguía observando vidrieras como si nada hubiera ocurrido. Siguió sus pasos detrás de él hasta que se topó con un efectivo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Comesaña fue aprehendido en el lugar y entre sus prendas encontraron la campera de tres colores que aún conservaba su etiqueta. También llevaba una pinza alicate con mango de plástico. Las autoridades no revelaron si la sustrajo de local o la transportaba de antemano.
El suceso ocurrió cerca de las 11.30 y, a pesar de que esta vez no utilizó ningún “cuento del tío”, repitió algunas prácticas que otras víctimas ya habían denunciado: la tranquilidad para dialogar, la rapidez para salir del lugar y la perpetración del hecho a plena luz del día, en uno de los corredores comerciales más concurridos de la Capital Federal.
Comesaña fue detenido por los efectivos de la Comisaría Vecinal 15 B y trasladado a la Alcaidia 10. Allí le realizaron un informe médico legal y se le abrió una causa por “tentativa de hurto”. En la comisaría reveló que se encontraba viviendo en un hotel de Virreyes, partido de San Fernando. El expediente quedó en manos del Juzgado Nacional Criminal y Correccional N° 18, a cargo del doctor Raúl Ormaechea.
El relato de Gabriel Iantosca, un comerciante de Núñez que detectó a tiempo la estafa en la que estaba a punto de caer, despertó un sinfín de acusaciones contra un mismo protagonista y una modalidad repetida en diversos comercios de la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. En estas provincias (al menos en las que hasta ahora se registraron casos similares), Comesaña simulaba y perfeccionaba un reclamo para cumplir con un propósito: escapar de allí con dinero en efectivo.
“Explicó que la noche anterior su esposa compró algunos combos y que uno de sus nietos se atragantó con un pedacito de virulana. Lo exhibía en una de sus manos. También que tuvieron que ir a la guardia, hacerle una tomografía, comprarle medicamentos. Exigía que le devolviéramos lo que había consumido y los gastos ocasionados”, contó el comerciante a TN.com.ar en aquel entonces.
“Cuando le pedimos el ticket de compra no lo tenía. Entonces ingresó la Policía y requirió su datos. Al constatar el nombre, DNI y el domicilio aportado comprobaron que era falso. Él no llevaba su documento. La Policía le explicó que para hacer una denuncia tenía que tener el ticket y el DNI. Luego volvieron a preguntarle y dijo la verdad. Aportó los datos correctos y salió a la luz toda la historia y sus antecedentes”, agregó Iantosca, sobre un hecho que ocurrió a principios de este mes.
Comesaña fue detenido ayer por la mañana en el barrio porteño de Palermo (Foto: Policía de la Ciudad) |
“Me di cuenta de que me quiso robar el estafador de la virulana. Descubrí lo mismo en Concordia (Entre Ríos) y que la dueña de ese comercio lo encontró tiempo después en un shopping de la provincia de Buenos Aires. El video está en YouTube”, manifestó Iantosca, que no hizo la denuncia y remarcó que la Policía lo dejó ir porque al no contar con ticket no pudo consumar su estafa.
Otro video lo exhibe en una pescadería, protagonizando el mismo proceder que intentó llevar a cabo el domingo por la mañana en el comercio porteño. En la grabación de las cámaras de seguridad se lo observa entregándole al vendedor una porción de virulana: aquel día logró su cometido y se retiró con el dinero en el bolsillo.
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