Detuvieron a un hombre que mató a otro en un duelo con cuchillos en un bar de Spegazzini
El hecho ocurrió hace casi tres años y el acusado fue arrestado este miércoles por la mañana en La Plata. Tenía además otros dos pedidos de captura por diferentes causas.
La madrugada de 28 de febrero del 2018, Oscar Sandro Rodríguez (58 años) y Juan Ramón Pereyra (60) se batieron a un sangriento duelo con cuchillos en un bar de la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini, en el partido de Ezeiza. El violento enfrentamiento terminó con la muerte del primero y la fuga del otro hombre.
Este miércoles, casi tres años después, Pereyra fue detenido. Efectivos del Departamento Homicidios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires lo encontraron en la ciudad de La Plata tras una larga investigación.
El asesinato de Rodríguez se produjo en una cantina ubicada en la calle Domingo Faustino Sarmiento al 500, a metros del cruce con Luis Pasteur y a unas pocas cuadras de la estación ferroviaria. Se trata de un lugar que los vecinos de Spegazzini frecuentan para tomar o comer algo al paso. Allí había coincidido con Pereyra. Según voceros policiales, ambos tuvieron una discusión tras jugar unos partidos de truco.
El altercado fue subiendo de tono hasta que se desafiaron a duelo. Pereyra le provocó dos heridas a Rodríguez que lo hicieron caer al suelo. La víctima recibió una cuchillada en la axila derecha y otra en la región torácica. Fue traslado de urgencia al Hospital de Ezeiza pero falleció a las pocas horas. El agresor, por su parte, se dio a la fuga.
Fuentes policiales indicaron luego que la pelea se originó por cuestiones relacionadas a apuestas de carreras clandestinas de galgos. La investigación permitió conocer que Pereyra se dedicaba a la cría y explotación de canes de esa raza para luego hacerlos competir.
Dos días después del hecho fue arrestado como sospechoso un hombre de 71 años en un domicilio de 12 de Octubre y Rosario, también en Spegazzini. Pero a los días, tras comprobar que no tenía ninguna relación con el homicidio, lo liberaron.
Las tareas investigativas apuntaron más tarde a Pereyra. Por medio de escuchas telefónicas, seguimientos de vehículos y rastreos a pie, localizaron al acusado hasta capturarlo esta mañana.
En el marco de una causa caratulada como “homicidio agravado”, el detenido quedó ahora a disposición de la fiscal María Florencia Belloc, de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 de Ezeiza, y del Juzgado de Garantías Nº 7 de esa jurisdicción, a cargo de Horacio Hyrb.
Fuentes del caso agregaron que Pereyra poseía en total tres pedidos de captura: además del requerido por el homicidio, se suman otro radicado el 14 de agosto de 2011 en el Juzgado de Paz Nº 1 de Moreno por portación de arma blanca y uno emitido el 10 de diciembre de 2019 en el Juzgado Penal Nº 2 de Lomas de Zamora por el delito de lesiones gravísimas.
Hace unos meses atrás, en septiembre pasado, en la provincia de Santiago del Estero también se produjo duelo con cuchillos. Ocurrió en el departamento Alberdi, a unos 177 kilómetros de la capital provincial, y los protagonistas del violento enfrentamiento fueron padre e hijo. Ambos terminaron muertos: el hombre mayor, de una puñalada en el corazón y el menor, como consecuencia de las heridas recibidas durante la pelea.
El doble crimen sucedió en la casa de Oscar Ibáñez, de 53 años, ubicada en un pueblo cercano a la localidad de de Santos Lugares. El conflicto comenzó cuando esta persona fue a visitar a su hijo Brahian, de 17 años, a su vivienda en el paraje Porotal y vio que el joven estaba peleando con su pareja, por lo que decidió llevarse a su nieta de ese lugar hasta que la situación se calmara.
Unas horas más tarde, fue el propio adolescente el que se acercó hasta el domicilio de su progenitor para reclamar, con un cuchillo en la mano, que le devolviera a la niña, pero fue entonces que empezó el mortal ataque en el patio de la casa. Todo finalizó cuando el menor de los Ibáñez logró acertarle una puñalada en el corazón a su padre, quien cayó fulminado al suelo y murió en el acto.
El joven también fue lastimado de gravedad: sufrió al menos tres puntazos en el en el abdomen durante el enfrentamiento y se desplomó al lado del cuerpo de su víctima a causa de la gran cantidad de sangre que perdió. Perdió la vida cuando era trasladado a un centro de salud.
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